25 de enero de 2013, Manchester
Si bien el plan original era una excursión por Gales, algunos trenes cancelados y un pronostico climático adverso nos llevó a decidir permanecer en la ciudad y conocerla un poco más. Manchester es una ciudad enrome y moderna. Pero sin embargo, se percibe en sus calles cierta plácida calma en donde el tráfico es escaso y la gente, amigable y cordial, se desplaza en transporte público. El tranvía y los buses (algunos de ellos incluso gratuitos) conectan los sitios claves del centro de la ciudad, especialmente las estaciones de tren, corazón de la historia de este joya de la revolución industrial.
Nuestro primer destino fue la Catedral de Manchester, una belleza anglicana de hermosos y coloridos vitreaux.
Luego fuimos al National Football Museum, un moderno homenaje al fútbol de muy buen gusto y sin duda interesante para quienes gusten mucho de este deporte y su cultura. Me gustó especialmente un cortometraje inmersivo en donde se yuxtaponen partidos profesionales y de los otros, unificados con el lema "our beatiful game". Entre las sorpresas divertidas, encontramos la mismisima camiseta de Maradona de aquel partido del 86 en donde Argentina ganó a 2-0 a Inglaterra con el famoso gol de "la mano de dios".
Menos pintorezco pero muy interesante, un video explicativo de las normas de seguridad que se vienen aplicando en UK desde 1989 en orden de evitar desmanes y tragedias, como las que lamentablemente sucedieron en el pasado.
Pasamos luego por el ayuntamiento de Manchester, un imponente edificio Victoriano que tiene sus galerias abiertas al público.
Y ya que teníamos tiempo, aprovechamos para regresar al Museum of Science of Industry (MOSI) para visitar lo que nos había quedado pendiente. El área dedicada a la tecnología fue particularmente interesante, las colecciones incluían objetos tales como antiguos mixers de radio y televisión, telefonía... y también antiguas prensas de tipos móviles y linotipos. Finalmente, recorrimos una interesante galería didáctica sobre la historia de la ciudad.
Y finalmente, vistamos la encantadora John Rylands Library: una biblioteca de ensueño, hoy dependiente de la universidad de Manchester.
Y aún quedo tiempo para algo de shopping y aprovechar algunas liquidaciones de fin de temporada... y mientras comenzaba a nevar, nos fuimos al hotel comenzando a despedirnos de esta atractiva ciudad...
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