31 de enero, Londres
Con lluvia llegó la mañana, pero no nos preocupamos, para bien o para mal, el tiempo es tan inestable en Londres que no perdimos las esperanzas. Hicimos bien, nubes, lloviznas y sol se alternaron durante toda la jornada.
Tate to Tate
La galería de arte moderno de Londres se divide en dos secciones. La primera de ellas el Tate British, y la otra, el Tate Modern sobre la orilla opuesta de Támesis. Existe una conexión a través del río, integrada a la red de transporte que se llama "Tate to Tate". Navegar por el Tamesis es una gran oportunidad para ver la ciudad desde otra perspectiva y las lanchas colectivas son sin duda una opción accesible para hacerlo.
Por razones de tiempo, decidimos recorrer el novísimo Tate Modern, instalado sobre la que fuera una central eléctrica. Su interesante estética es aprovechada con un excelente criterio arquitectónico. La muestra permanente, nos gustó mucho y disfrutamos apreciando y fotografíando pinturas, esculturas e instalaciones. ¡De paso pude ver otra vez un Kandinsky en persona!
Al salir del Tate Modern, en dirección a la otra orilla, tuvimos la oportunidad de cruzar a través del puente del milenio, que con su estética cableada parece dar alguna continuidad a la austeridad monumental de la ex central productora de energía.
El puente se dirige perpendicular a St. Paul cuya imponente cúpula pudimos volver a admirar... y recorriendo en sentido inverso el camino que habíamos hecho con el tour, llegamos a Covent Garden en donde almorzamos mientras unos músicos callejeros de excelente nivel, ejecutaban algunas piezas clásicas.
Museo del transporte de Londres
Por la tarde fuimos al museo del transporte de Londres. La exposición es muy interactiva y entretenida. Ordenada de forma cronológica y con mucho sentido lúdico, es en su esencia, un merecido homenaje a los 150 años que pronto cumplirá el subterráneo londinense. Es impactante comprender la proeza tecnológica que significó la construcción de la primera línea (Circle Line)... y el increíble desarrollo que tuvo tan magnifica idea...
... y como mañana por la noche acabaría nuestro viaje, de regreso al hotel fuimos comprando algún que otro souvenir por las tiendas que se agolpan enlas veredas de Oxford Street presumiendo la frase “Keep Calm and carry on”, infinitamente parodiada en objetos de recuerdos de todo tipo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario