Sábado 13 de enero de 2007
Siempre tiene uno entusiasmo el primer día de viaje, pero éste fue, agotador. Salimos muy temprano de Villa Gesell, a la hora que los chicos vuelven de bailar. Hacia las ocho de la mañana ya estábamos viendo los girasoles sobre los campos ondulados de Tandil. Fuimos haciendo algunas paradas sobre la 74. Era una mañana hermosa.
Bordeamos Bahía Blanca, no queríamos enfrentar la ciudad, y por primera vez no nos perdimos en los cruces de caminos. Cerca de la frontera de Buenos Aires, nos hicieron el control sanitario de rigor. Una mirada rápida y una pequeña ducha para el auto.
Ruta 22 mediante, cruzamos el Río Colorado y ya estábamos en territorio patagónico. Nos recibió kilómetros más adelante el Valle de Río Negro con sus frutales y su tráfico pesado.
Llegamos a última hora de la tarde a Cipolletti, en donde esperábamos un descanso reparador.
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