San Francisco, 31 de diciembre de 2014
Estamos el el piso 19 de un hotel la frontera del Barrio Chino. Desde el pasillo puede verse la bahía, desde nuestra habitación solo muchos edificios… pero se ve el sol. Y con el amanecer nos despertamos dispuestos a un día intenso. Comenzamos en Starbucks explorando los sabores navideños como Pepermint Cocoa, ya que el Skinny Vainilla Latte parece que no es un estándard internacional. Energías cubiertas, comenzamos una larga caminata.
Caminando por Columbus St. llegamos hasta la Iglesia de St. Peter and Paul, y de allí continuamos hasta Hyde St. sobre la costa.
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St. Peter and Paul |
El muelle de la calle Hyde fue construido en 1922 para transbordadores de automóviles entre San Francisco y Sausalito.
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Muelle de Hyde |
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Muelle de Hyde |
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Muelle de Hyde |
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Muelle de Hyde |
La ruta de los transboradores era parte de la carretera 101 hasta que fue inaugurado el puente Golden Gate en 1937. La zona es hoy un Museo Marítimo y es posible subir a varias embarcaciones para vistarlas, como “Alma”, una goleta chalana de 18 metros construída en San Francisco en 1981. Es la última goleta chalana de la bahía que todavía flota y es la embajadora del museo marítimo. Este tipo de barcos trasportaban cargamentos de heno, granos y ferilizantes entre las granjas del delta y San Francisco, “Balclutha” un buque fragata de 78 metros, fabricado en 1886 en Glasgow, Escocia que inicialmente transportaba trigo de California a Europa por la ruta larguísima ruta del Cabo de Hornos. y el “C.A. Thayer”, una goleta de tres palos similar al centenar de ellas que navegaba las costas del pacífico, en los puertos del estrecho Puget, las tripulaciones de ocho hombres apilaban pinos oregón en la cubierta, la materia prima para las ciudades de California de principios del siglo XX o el Eureka, un transbordador de rueda lateral de 91 metros consturído en 1980. El museo del parque, muestra varias piezas interesantes en relación a la navegación y describe la estrecha relación de San Francisco con su puerto. Me gustó especialmente la enorme luz de un faro de imponente tamaño...
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Faro, Museo Marítimo |
Por la tarde caminamos por la zona de Fisherman Wharf donde sin duda hay mucho para ver. Las atractivas tiendas de souvenirs, los restaurantes (almorzamos en uno muy pintorezco estilo italiano) los músicos callejeros, malabristas, etc.
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Fisherman Wharf |
El flujo nos fue llevando a un museo de mecánica donde pudimos ver e interactuar con máquinas de entrenimiento antiguas de más de un siglo hasta los primeros videos juegos sententosos, como el “Pole position”. Adivinas mecánicas, pianos autómatas, maquetas animadas, metegoles, medidores de fuerzas… hasta miradores… todo por 25 o 50 centavos de dólar. Un viaje al pasado muy divertido.
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Piano autómata |
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Juego mecánico de puntería |
Luego intentamos ingresar a la fábrica de chocolates, pero había demasiada gente. Lo mismo con el Cable (el histórico tranvía), la cola era muy larga… y en vez de esperar hora y media, optamos por regresar caminando al hotel por la avenida del embarcadero. El sol comenzaba a ocultarse así que mientras se encendían las luces de los árboles decorados compramos algunas provisiones y regresamos al hotel para descansar un rato.
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