miércoles, 24 de diciembre de 2014

Gales en estado puro

Conwy, 3 de febrero de 2014

Hoy visitamos el pequeño pueblo de Conwy, en Gales. Para ello, tomamos el tren. Como es una estación muy pequeña, es necesario avisarle al conductor que allí bajaremos, porque de otra forma, el tren no se detendrá. Es más importante la estación de Llandudno, a solo 2 km, en la cual hay una mayor frecuencia de trenes.

Estación de Conwy

De Chester a Conwy, no hay más que una hora de viaje. El tren es muy pequeño (solo dos vagones) pero nada tiene que envidiar a cualquier otro tren que hubiéramos tomado. El trayecto avanza por el país de Gales, hacia la zona del parque nacional de Snowdonia. Colinas muy verdes, casitas y bosques salpicados. Areas geométricas, projijas. Ovejas que parecen parte del decorado. Llamó especialmente nuestra atención grandes barrios de prolijas y alineadas casas móviles, incluso también casitas rodantes. Especulamos que se trata de casas de fin de semana, en efecto, el paisaje alrededor, parecía justificarlo.

Llegamos puntualmente a Conwy para la hora de apertura del Castillo a las 10:00 am. Es un placer cómo todo en UK funciona de acuerdo a lo planificado. Las ruinas del Castillonde Conwy, están muy bien conservadas pese a las guerras y al tiempo.

Castillo de Conwy

De acuerdo a la información turística disponible, el castillo se estableció en la primavera de 1283 como parte de un círculo de fortalezas inglesas en territorio Galés. Se atribuye su construcción a los deseos de Edward I, rey de Inglaterra... pero la historia es un poco más complicada, para lo cual me compré un librito a fin de conocer un poco más sobre el asunto. La vista al castillo resulta especialmente interesasnte porque es posible subir a través de las escaleras caracol reconstruídas con concreto, a todas sus torres. La vista, revela la estratégica situación del castillo, y exhibe un paisaje impresionante. El mar, las montañas y la pequeña ciudad parecen escapar de las páginas de un cuento de hadas ( y eso que el día estaba bien nublado y horrible).


Finalizada la visita, recorrimos las calles del pequeño pueblo y almorzamos en una casa de te "Old fashioned", Anna's tea house. Definitivamente fue muy buena opción la sopa y el garlic bread. Luego tomamos el típico Welsh tea, aunque nos decepcionamos al averiguar que por allí no existe la clasica torta negra galesa patagónica. La welsh cake, aquí, consiste en unas galletas blandas con pasas que acompañan con manteca.


"Old fashioned Anna's tea house"

Finalizado el almuerzo, regresamos a la estación. Para abordar el tren, debíamos hacer señas al conductor para que se detenga. Tenemos razones para sospechar que el conductor nos veía con bastante anticiapación por las cámaras de CCTV. Todo sucedió puntalmente. De regreso, nos interesamos en la gran cantidad de molinos para energía eólica que se veían en el horizonte sobre el Mar de Irlanda.


Molinos de viento en el Irish Sea

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