Cipolleti, 19 de enero de 2008
El viaje empezó bien de madrugada, antes de la salida del sol. Partimos de Villa Gesell rumbo al sur. Atravesamos la zona de sierras y los campos de girasoles. Vimos algunos impresionantes molinos generadores de energía. Parece que se viene la energía eólica.
Hicimos un camino en zig-zag, estrenando el GPS. La idea era “por las dudas” evitar zonas de probables piquetes. Almorzamos pues, junto a la laguna de Puan. Un balneario muy bonito. Según una referencia de la zona, La península que ingresa en el lago es el afloramiento más occidental del sistema de ventania que tras diferentes transformaciones a lo largo de su historia geológica, acabó uniéndose al continente. Hemos observado que los pueblos de esas zonas son todos muy lindos, prolijos y parecen prósperos.
Así, seguimos rumbo a La Pampa y Río Negro por Casa de Piedra, en donde vimos el dique y las ambiciones de esta Villa turística recién inventada. Ya llegando a Roca, el pavimento dio pruebas de los piquetes que habían habido hasta esa mañana habían existido realmente. Ya en el motel del Aca del Cipolletti, nos dispusimos a descansar.
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