Conwy, 3 de febrero de
2014
Hoy visitamos el pequeño
pueblo de Conwy, en Gales. Para ello, tomamos el tren. Como es una
estación muy pequeña, es necesario avisarle al conductor que allí
bajaremos, porque de otra forma, el tren no se detendrá. Es más
importante la estación de Llandudno, a solo 2 km, en la cual hay una
mayor frecuencia de trenes.
Estación de Conwy |
De Chester a Conwy, no
hay más que una hora de viaje. El tren es muy pequeño (solo dos
vagones) pero nada tiene que envidiar a cualquier otro tren que
hubiéramos tomado. El trayecto avanza por el país de Gales, hacia
la zona del parque nacional de Snowdonia. Colinas muy verdes, casitas
y bosques salpicados. Areas geométricas, projijas. Ovejas que
parecen parte del decorado. Llamó especialmente nuestra atención
grandes barrios de prolijas y alineadas casas móviles, incluso
también casitas rodantes. Especulamos que se trata de casas de fin
de semana, en efecto, el paisaje alrededor, parecía justificarlo.
Llegamos puntualmente a
Conwy para la hora de apertura del Castillo a las 10:00 am. Es un
placer cómo todo en UK funciona de acuerdo a lo planificado. Las
ruinas del Castillonde Conwy, están muy bien conservadas pese a las
guerras y al tiempo.
Castillo de Conwy |
De acuerdo a la
información turística disponible, el castillo se estableció en la primavera de 1283 como parte de un círculo de fortalezas inglesas en
territorio Galés. Se atribuye su construcción a los deseos de
Edward I, rey de Inglaterra... pero la historia es un poco más
complicada, para lo cual me compré un librito a fin de conocer un
poco más sobre el asunto. La vista al castillo resulta especialmente
interesasnte porque es posible subir a través de las escaleras
caracol reconstruídas con concreto, a todas sus torres. La vista,
revela la estratégica situación del castillo, y exhibe un paisaje
impresionante. El mar, las montañas y la pequeña ciudad parecen
escapar de las páginas de un cuento de hadas ( y eso que el día
estaba bien nublado y horrible).
Finalizada la visita,
recorrimos las calles del pequeño pueblo y almorzamos en una casa de
te "Old fashioned", Anna's tea house. Definitivamente fue
muy buena opción la sopa y el garlic bread. Luego tomamos el típico
Welsh tea, aunque nos decepcionamos al averiguar que por allí no
existe la clasica torta negra galesa patagónica. La welsh cake, aquí,
consiste en unas galletas blandas con pasas que acompañan con
manteca.
"Old fashioned Anna's tea house" |
Finalizado el almuerzo,
regresamos a la estación. Para abordar el tren, debíamos hacer
señas al conductor para que se detenga. Tenemos razones para
sospechar que el conductor nos veía con bastante anticiapación por
las cámaras de CCTV. Todo sucedió puntalmente. De regreso, nos
interesamos en la gran cantidad de molinos para energía eólica que
se veían en el horizonte sobre el Mar de Irlanda.
Molinos de viento en el Irish Sea |