miércoles, 31 de diciembre de 2014

Entrando a San Francisco por el Barrio Chino

San Francisco, 30 de diciembre de 2014

Salimos temprano de Fresno, el día parecía nublado por lo que celebramos que fuera ayer que vistamos Yosemite. Pronto estuvimos sobre la autopista camino a San Francisco. El viaje duró unas tres horas aproximadamente en las que el cielo se fue despejando.


Bay Bridge, San Francisco

Entramos a la ciudad por el puente de la bahia (Bay Bridge) desde Oakland, como no teníamos fast track tuvimos atravesar por cierto atascamiento para pagar el pejae de 4 dólares. Serían aproximadamente las 12:00, por lo que el tráfico estaba muy complicado. Para estacionar el auto, en pleno barrio chino, tuvimos que dar varias vueltas y demoramos más de media hora en hacerlo con éxito. 


Barrio Chino

Ya en el hotel nos organizamos un poco para hacer un primer recorrido de la ciudad.

El China Town es muy chino. Mucho más chino que el barrio chino de Belgrano. Y allí está nuestro hotel. Así que nuestra primera impresión de la ciudad fue muy asiática…

Luego en un café, buscamos conexión por wifi para resolver el problema de la activación de 3G con la tarjeta que habíamos comprado en Los Angeles… descubrimos finalmente que estábamos marcando mal el código de acceso porque el impreso se había dañado un poco e interpretábamos mal el número. Finalmente lo logramos!


Union Square, decorada por navidad

Dedicamos la tarde a recorrer la ciudad a pie. Avanzamos por la calle Kearny hasta Union Square. Todo está muy navideñamente decorado, con pista de patinaje sobre hielo incluída. Vimos también por primera vez al famoso tranvía y los trolebús, eléctrico.

San Francisco es una ciudad bastante ecológica, pareciera. Hay contedores para seprar la basura, vimos algún auto eléctrico oficial un camioncito de reciclaje bastante hippie, estaciones de bicicletas y el trolebús que se jacta de ser un vehículo de “emisión cero”.


Bicicletas públicas en San Francisco

Mucho viento desde la bahía

Mientras caminábamos por Market Street en dirección a la Bahía se levanto un tremendo viento que casi nos impedía avanzar. Con bastante esfuerzo llegamos hasta el puerto, visitamos las pintorescas pero modernas tiendas para luego ver los barcos que se sacudían considerablemente al zarpar. La vista era espléndida.


Paseando junto a la Bahía al atadecer

De regreso por California St. los árboles decorados con luces comenzaban ad estacar sobre la noche que comenzaba a instalarse sobre la ciudad. Aprovechamos para hacer algunas compras…


Luces navideñas

No, comida china no. Fuimos por un lindo restaurante italiano llamado “Viva”. Nos atedió una mesera simpática que, cosa rara por aquí no hablaba mucho español, y nos preguntó de dónde éramos y nos contó de sus ancestros griegos. Además la pizza estuvo buenísima.

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