martes, 30 de abril de 2019

Diario de una esquiadora intermedia

Killington, 16 de enero de 2019
Hoy fue el último día de esquí. La pasamos lindo y por primera vez esquiamos todos los días. Los primeros dos días hizo mucho frío, quizá unos 20 bajo cero y eso se siente fuerte. Son como diez mil cuchillos finitos que te punzan la piel y que incluso pueden atravesar las capas de ropa no demasiado técnica. Estamos bien equipados, pero igual, por debajo de los diez grados bajo cero, no hay calentador térmico de manos que alcance. Después el tiempo se puso más benigno, y tras la nevada de la noche inicial y el trabajo estratégico de los snowmakers, la montaña podía disfrutarse a pleno en todas sus variantes. Supongo que por eso siempre volvemos. Acá casi no hay argentinos, rara vez nos cruzamos con alguno. Las charlas de aerosilla son siempre iguales. Te preguntan de donde sos. Cuando les decís que de Buenos Aires, te preguntan si no hay centros de esquí. Les explicas que hay en la Patagonia, la mayoría no tienen mucha idea. Alguna vez nos pasó de alguien que conocía Las Leñas, pero no este año. Te dicen que ya que venís de tan lejos, mejor ir a Colorado o a Utah. Killington les parece un centro modesto, con poca nieve, una opción para gente que vive en New York o en Boston… a mi me gusta explicar que me gusta de Killington es que no es muy alto, porque justamente los centros en las montañas de Argentina y Chile están muy altos, hay que aclimatarse a la altura, al viento… a la piedra y la falta de vegetación. Lo digo con la patriótica intención de esquivar hablar mal de Argentina. Pero la verdad es que el problema es que en los centros de Argentina no hay snowmakers, con lo cual, la calidad de la nieve es una lotería… sí, incluso en Las Leñas: digamos todo.


Vegetación en los picos

El standard americano es elevado. Se quejan de que las pistas tienen hielo. Nosotros aprendimos a esquiar en el hielo, les digo a los gringos riéndome. Te ganás el respeto: con nieve en polvo, esquía cualquiera. Dudo que puedan imaginarse las condiciones de las pistas de aprendizaje de Cerro Bayo en plena temporada. Pero las experiencias extremas tienen su parte buena: la verdad es que nada nos asusta. No somos grandes esquiadores, por supuesto, pero estamos acostumbrados a la cosa rústica… en las pistas, en los medios, en las condiciones de seguridad… por eso en Killington nos animamos a mucho más...
Snowmakers
Hoy estuvo nublado. Empezó a nevar pasado el mediodía. Había poca visibilidad y me acordé de tantas bajadas en en Caviahue en medio del viento blanco. A lo mejor hasta me dió un poco de nostalgia y quizá amerite una escapada durante el año. De ser así, este blog tendrá el reporte de rigor.
De las novedades de esta temporada, podemos decir que colocaron una silla bubble. Si bien no es novedad el concepto porque un par de años atrás habíamos visto que en Okemo había de este tipo, es la primera vez que usamos una. El concepto es más que básico: una cúpula de acrílico que se cierra sobre la silla para frenar el viento ¡si habré soñado esto en las ventosas subidas de la silla Pehuén en Caviahue! Esta última jornada de viento blanco fue más que bienvenido el truco. Porque la bubble tiene la ventaja de la góndola (en términos de confort climático) y la de la silla (porque no hay que sacarse los esquies para subir). La otra innovación de la temporada fue una silla nueva (la South Ridge). En realidad parece que venía a restaurar una vieja aerosilla que en su momento desmantelaron… pero una nevada descomunal en noviembre retrasó las obras… y todavía estaban trabajando. También reemplazaron las cabinas de la góndola a Killington Peak…

Bubble Chair
Para mí fue una buena temporada. Me animé a más. Quizá porque me alquilé tablas un toque más cortas y eso, paradójicamente, me dio más estabilidad y me ayudó a arriesgarme un cachito más a la velocidad. Igual, mi experiencia con los bumps dejó bastante que desear. Me la pegué dos veces en Superstar.

Ya se hizo de noche ahora. Mañana nos vamos. Cuesta siempre despedirse de Vermont.

Nieve en las pistas de Killington