miércoles, 17 de enero de 2024

Cuando la 4x4 no es lujo

 Killington, 14 de enero de 2024


La mañana pintó muy distinta, nubes y sol con agujeritos modestos de cielo azul. Desayunamos piponamente y nos preparamos para salir. Como hoy ya nos íbamos para Killington pero el viaje sería breve, nos reservamos para recorrer un poco las calles de Burlington. Y eso hicimos. Al ser domingo, estacionar no fue problema así que dejamos el auto cerca de la calle comercial provincial (Church St) y caminamos por la peatonal que estaba desolada. Las tiendas estaban cerradas y, obviamente, apagadas las luces de la deco navideña. Las calle es de adoquines tipo ladrillos alternando con esas piezas estilo memorial con nombres de personas o dedicatorias. No es la primera vez que vemos esas cosas en EEUU. Hay unas cuantas iglesias además de la de la calle principal, seguramente no son todas exactamente del mismo credo pero para nosotros es difícil distinguirlas.



Algunas tienen la bandera del orgullo gay… me pregunto si las que no lo tienen están dando también un mensaje en sentido contrario, como que la diversidad no sería el default. La religión parece una cosa importante por estos lugares, si no no se explica la cantidad de iglesias. Debe haber bastante competencia.

También hay edificios masónicos explícitos así como tiendas de cannabis muy comerciales. La arquitectura es hermosa, tiene todo cierto aspecto irreal. Sobre todo a medida que te vas alejando. Algunas casas son imponentes, otras mucho más modestas pero siempre literarias. Obvio, no faltan algunas medio maltrechas, con pinta de embrujadas.

El camino a Killington es suave. Empezó a caer una nieve tenue primero y después se fue haciendo importante. Antes de llegar paramos en una gomería muy elegante para el estándar argentino. Uno de los neumáticos del auto se nos desinflaba y, efectivamente, tenía una pequeña pinchadura. Menos mal que lo arreglamos. Hicimos algunas compras y finalmente llegamos al centro de esquí con un panorama muy nevado. Se siente lindo llegar. Killington es uno de nuestros lugares en el mundo. Vamos a quedarnos acá cuatro días. 



Killington, 17 de enero


Después de tantas temporadas estamos llegando al consenso de que cuatro días de esquí es una buena medida para unas vacaciones combinadas con otros destinos. Nos gusta mucho la nieve y el esquí, claro. 

Acá un poco a destiempo comparto un video hermoso que grabe bajando por Great Eastern, definitivamente mi pista preferida. El video tiene algunos años y lo había olvidado en mi google Drive.Vale la pena recordarlo ahora porque es la travesía que siempre me recuerda que quiero volver aquí. No hay en Argentina ninguna pista que se le parezca ni en longitud, ni en paisaje, ni en calidad de nieve (y eso que no entro en otros detalles que para qué...)


Pero, igual, a veces es duro y, sobre todo, da un poco de bronca depender tanto de las condiciones climáticas. Hoy fue nuestro tercer día y tuvimos nieve y sol. Días casi perfectos por un lado, pero tan fríos que tuvimos que comprarnos algunos implementos nuevos para sobrevivir. Ahora tengo una especie de burka que me deja disponibles solo los ojos y que fue clave para no morir congelada en la aerosilla: 15 grados bajo cero es mucho frío y se siente como cuchillitos sobre la piel. En cualquier caso, la gran cosa que contar de estos días es la cadena de problemas que se desencadenaron por una bota (unas que había comprado en Canada hace algunos años) que se me terminaron de romper. Pensamos en ir a comprar algo de reemplazo a Rutland después de un día de nevada constante. Al pedir el auto al valet parking, la chica on charge nos hizo algunas preguntas y recomendaciones sobre la nieve, porque era obvio que el auto no tiene buena tracción. Fue un tremendo error no alquilar una 4x4. Nos pareció que era un exceso y un lujo para nosotros dos solos, pero claramente, acá la tracción completa tiene que ver con una cosa mucho más real que en Buenos Aires. Así que, pese a la advertencia salimos camino a Rutland mientras continuaba una nevada tranquila… en una fila de autos que avanzaba bastante lento, notamos de pronto que el auto patinaba un poco. Ya se había hecho de noche, eran como las 17:30 y nos asustamos. Entonces decidimos dar la vuelta y regresar. Al encarar el camino cuesta arriba el auto no podía avanzar. Al parecer tiene un sistema de seguridad que hace que cuando detecta que las ruedas patinan, se detiene. Empezamos a desesperarnos haciendo marcha atrás con cuidado con el plan de dejarlo estacionado en un lugar decente y volver  caminando al hotel. Estábamos en eso cuando una camioneta Toyota nos pasó por la derecha. El flaco al volante, un rubiecito muy joven, nos ofreció ayuda. Nos ató con una cuerda y nos remolcó hasta la puerta del hotel. Ahí nos despedimos conformes y agradecidos… pero cuando quisimos dar con la entrada del hotel, el auto patinó y lo encajamos mal en una montaña de nieve. Imposible sacarlo, tuvimos que llamar a una grúa. En fin, yo no sabía, pero Adrian había querido alquilar cadenas en New York pero no tenian disponibles…y subestimamos el nivel de dificultad. Para colmo, luego nos dijeron que, además, el auto tenía cubiertas para verano, por lo cual, todo era más complicado. Nota mental: nunca más un auto sin 4x4 para el invierno en Vermont.




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