miércoles, 25 de enero de 2023

Houston, we have a problem here

24 de enero 2023, Houston

La salida de New Orleans fue tranquila y con algo de sol. Casi que no reconocíamos el auto cuando lo trajeron de valet parking… la Toyota estuvo estacionada durante toda nuestra estadía… así que tratando de familiarizarnos con la tabla de comandos salimos en dirección oeste entre puentes, pantanos y un paisaje muy, muy parecido a la papa húmeda. Paramos en un visitor center de Louisiana muy lindo y con una anfitriona cordial que al menos sabía dónde quedaba argentina. Más adelante ya pasando la frontera con Texas comimos en un Taco Bell y no sé si era que teníamos mucha hambre pero estuvo buenísimo. Nos hicimos una mini degustación de salsas picantes. Y eran picantes nomás.

Después, empezó a llover, primero fuerte, después muy fuerte. Dijimos, qué bueno que no nos asustan las tormentas. Después empezaron a caer los rayos y se empezó a poner bastante feo. De remate, empezó a sonar una alarma en el teléfono con un mensaje de advertencia que indicaba buscar un lugar seguro. Para esa altura ya no se veía casi nada y no sabíamos qué hacer. Estábamos a solo a 9 millas de destino. Nos pegamos a una camioneta que iba delante y que al menos marcaba para donde seguir. Fueron 15 o 20 minutos complicados que nos dieron bastante miedo. Adrián transpiraba y yo temblaba. Gracias al gps embocamos la salida y de pronto  vimos la silueta del hotel al lado de la bahía en medio del diluvio



Llegamos agotados pero a los minutos paró la lluvia y empezó a despejar. Ya en la habitación en The Weather Channel vimos que a la tormenta la llamaron Kassandra. Rompió unas cuantas cosas y va camino a New Orleans. Ojalá se esfume del todo.


25 de enero, Houston

Hace frío, más frío del que imágnabamos a esta latitud. Pero amaneció despejado y no nos abrigamos lo suficiente. Pasamos frío en el Space Center, no nos imaginamos cuánto podía destemplar el viento. Arrancamos a primera hora la visita al centro de la NASA que Houston que prácticamente queda al lado del hotel. Había poca gente, es un museo interpretativo pequeño si se lo compara con las instalaciones de Cabo Cañaveral. Es algo más destinado al público local, había por ejemplo, grupos de niños en visita didáctica. En general, no había demasiada gente, por suerte para nosotros.

Entre las cosas que vimos destacaría:

— La sala original del seguimiento de las misiones Apolo. Resulta admirable cómo se animaron a ir con una tecnología que nos resulta alarmantemente obsoleta.


— Áreas de trabajo y entrenamiento para la ISS donde se veía gente trabajando en vaya a saber qué…

— Una charla simpática en vivo sobre la vida en la ISS

— Una instalación tamaño real de un Jumbo con el shuttle montado al que se podía entrar


Y, otras cosa también, muchas interactivas y audiovisuales, sobre todo lo dedicado a Artemis. Se nos pasó rapido todo el día, tanto que casi nos cierran la puerta en la cara que ni le dimos mucha bolilla al gift shop. 

Lo que quedaba de la tarde, como ya no alcanzaba para ir a Downtown, hicimos una escapadita en auto hasta la isla de Galveston y nos pareció hermoso el golfo de México a la puesta del sol, las mansiones que no esperábamos ver y puentes modernos conectado autopistas faraónicas. De regreso al hotel  vimos las refinerías sobre el horizonte como ciudades monstruosas de fuegos y torres.




No hay comentarios:

Publicar un comentario