sábado, 21 de enero de 2023

Jazz y una muela rota

 Llueve, no llueve, va a llover. El pronóstico es incierto y nos cuesta decidir qué hacer, así que salimos sin plan a caminar por el French Quarter. A medida que iba avanzando la mañana empezamos a ver la acumulación de turistas. Algunos balcones tienen la decoración típica de Mardi Grass… y algunos otros aún la de navidad. Como sea, acá los colores son verde, violeta y dorado… y no están en la bandera, pero como si estuvieran.



Estuve buscando sobre por qué esos colores y se dice que el violeta representa la justicia, el verde la fé católica (Lousiana fue colonia Francesa — un tiempo española, también — hasta que Napoleón se la vendió a EEUU en 1803 por 15 millones de dólares) y el dorado, el poder. La zona turística es muy pintoresca, por todas partes se siente el olor agradable de la comida muy diferente a cualquier otro lugar de EEUU que yo conozca.


Pasamos la mañana sacando fotos a los balcones, metiéndonos a chusmear en las tiendas donde venden condimentos, muñecas listas para el voodoo y máscaras de carnaval.

Hay una plaza, Jackson Square, al estilo español, con la iglesia y el cabildo. Resulta raro ver ese layout con la bandera de EEUU. Por todos lados se escucha música, rock, jazz… y algo de rap también. Los turistas están por todas partes, muchos con disfraces y boas de color, como preparados para un carnaval fuera de temporada.



Como temíamos lluvia (no sucedió al final) nos metimos en el Museo del Jazz. Quizá lo más interesante para ver ahí es una trompeta que, supuestamente, fue importante en la formación musical de Louis Amstrong. Algo inesperado fue que justo hay un Festival de Cigar Box Guitar y con entrada al museo pudimos ver un pequeño concierto. Escuchamos a un músico muy joven haciendo rock, jazz y blues. Un crac. Sobre el escenario contó algo sobre estos instrumentos de fabricación casera y artesanal que suenan increíbles. A la salida había subasta de algunas de estas guitarras de cajas de cigarrillos en subasta. La mujer que atendía el stand nos animaba a probarlas pero me dió miedo…



De vuelta al hotel se me rompió una muela y entré en pánico. Adrián fue a comprarme algo al Walgreens porque me empezó a doler. Me consiguió una pasta para arreglos provisorios. Espero resistir hasta la vuelta.


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