Boston, 14 de enero de 2025
Tenemos solo un par de horas de diferencia con Buenos Aires, pero ayer llegamos destruidos. El tema es que esta vez, salimos demasiado temprano de casa porque dejamos el auto en un garaje de Ezeiza que al parecer facilitaba un poco las cosas. Funcionó bien, pero la incertidumbre de probar algo nuevo nos pasó de ansiosos: demasiadas horas de espera en el aeropuerto y se hizo largo en exceso.
La experiencia de vuelo fue superadora a lo que veníamos acostumbrados: volamos por United y todo todo funcionó como un relojito. La novedad fue que probamos mejorar los pasajes a Economy Premium plus y, sumando a que los asientos eran los primeros de la fila, esperábamos descansar mejor. La verdad es que fue mucho más cómodo, igualmente, lograr dormir no fue fácil, veníamos demasiado acelerados. Llegamos a Houston antes de horario, tanto que tuvimos que esperar dentro del avión porque los servicios de migraciones aún no estaban disponibles. Pero ni bien abrieron las puertas, empezamos las corridas porque teníamos solo dos horas para la conexión. El engranaje fue perfecto y sin mucha vuelta ya habíamos pasado por migraciones, recuperado las valijas y cruzado medio aeropuerto. Embarcamos puntales, ya sin los lujos premium del vuelo anterior. Pese al anuncio previo de la comandante que se esperaban algunas turbulencias, el viaje fue recontra tranquilo y, otra vez, llegamos antes de tiempo y hubo que esperar a que nos dejaran bajar.
Llegar a Boston es más tranquilo que a Nueva York. En algún sentido llegar a NY es como seguir en Buenos Aires pero en el primer mundo. Boston parece tener otro ritmo. Al rental llegamos en dos paradas de bus, donde bajo la mayoría de la gente. Nos dieron una camioneta gigante, realmente un exceso, pero era la única que nos aseguraban 4x4 y no queríamos repetir los problemas del año pasado. Así que subimos a la nave y muy rápido estábamos en la ciudad. El hotel está cerca del Boston Common que es un parque grande y central. Es un hotel moderno con toques vintage, decorado en estilo fábrica tecno como se usa ahora. Muy cómodo y práctico, una buena elección. Así que nos acomodamos y salimos a dar una vuelta. El dia estaba nublado y resultó medio deprimente. Lo que siguió fue cenar temprano. Nos desmayamos en la cama.
Por la mañana amaneció hermoso y despejado aun cuando hacía más frío que ayer. El plan era visitar el museo de ciencias de Boston y es lo que hicimos. Atravesamos el Commonly la zona histórica que ya habíamos recorrido en otra vista (en el parque vimos un monumento nuevo, una escultura gigante — The embrace — dedicada a Martin Luther King, que es un poco perturbadora, porque son brazos que se abrazan, pero sin cuerpo. La escultura no existía la última vez que habíamos estado de visita y nos llamó la atención.
En la zona histórica las casitas de estilo britanico estar mas hermosas que nunca con sus decorados navideños que todavía no fueron sacados y al llegar al río lo notamos bastante congelado. El museo es moderno y muy interactivo. Aunque hay planes de remodelación, nos resultó entretenido y vimos muchas cosas interesantes, incluyendo dos funciones en el planetario, una sobre el James Webb y la segunda sobre las líneas de sistema solar. La exhibición sobre IA estaba bien organizada y nos divirtió, especialmente, el robot/perro que tantas veces hemos visto en videos pero que, verlo personalmente, tiene otro impacto. Mención aparte merece un hermoso péndulo de Foucault que se desplaza sobre un calendario azteca hecho de mosaicos.
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