martes, 23 de enero de 2024

El viaje que no habíamos podido ver

 23 de enero, Cartagena

Estoy tan cansada que no tengo fuerzas para escribir. Quizá sea el madrugon, quiza el calor. Pero no doy mas. Hoy salimos re temprano de Santa Marta. El viaje fue tranquilo y pudimos ver todo lo que no habíamos visto a la ida: el mar, la vegetación, los pájaros.


El tráfico es igual de demente, pero a la luz del sol da menos miedo o, a lo mejor, nos fuimos acostumbrando. Nos llevó unas cuatro horas llegar y eso que casi no paramos. En Barranquilla había una estatua gigante de Shakira al lado del mar.


Saqué la foto desde el auto porque era enorme y me pareció que la perspectiva sería mejor. Una hora antes de llegar tuvimos que desviarnos del camino previsto porque había una protesta.  Un “bloqueo”, informó el policía, o sea, un piquete. Averiguamos después que hubo un accidente mortal en una escuela con una antena y, al parecer, aun no se resolvió el problema de todo. El camino alternativo era más precario y estaba, por momentos, bastante atascado hacia que regresamos a la ruta principal.



Cartagena es una ciudad turística mirando al mar Caribe. Nuestro hotel está como en una península y es una torre alta. Desde nuestra habitación puede verse la puesta del sol que es hermosa. Antes de que cayera la tarde fuimos a caminar por la ciudad histórica medio rapidito como para echar un vistazo. Es hermosa y, en parte, nos recordó al French Quarter de New Orleans. Picoteamos cosas que compramos por la calle: mangos con sal y limon, limonada, jugo de coco…

Caminamos bastante y volvimos para cenar en el hotel, lo más liviano que pudimos. Estamos destruidos.


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